
El tomillo (Thymus vulgaris) es una planta perenne muy apreciada por su aroma penetrante y sus múltiples propiedades. Su fragancia combina toques herbales, balsámicos y ligeramente especiados, evocando el aire puro de las colinas mediterráneas.
Esta hierba ha sido utilizada desde la antigüedad por griegos y romanos, quienes la consideraban símbolo de coraje y la usaban en rituales purificadores.
En el mundo de la perfumería, el tomillo se valora por su perfil olfativo herbal y terroso, aportando carácter y frescura a fragancias naturales y masculinas. Su esencia es potente, con una salida vibrante y un fondo amaderado que permanece.
Además de su valor aromático, el tomillo es conocido por sus propiedades medicinales. Su aceite esencial es utilizado como antiséptico y expectorante, siendo un remedio popular para problemas respiratorios. Su presencia en la cocina es insustituible, aportando sabor y aroma a guisos, asados y aceites aromáticos.
Esta planta, de carácter fuerte y versátil, es una joya de la naturaleza que conecta el bienestar con el placer sensorial.
El tomillo tiene multitud de usos y aplicaciones, a continuación des destacan una cuantas:
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La rosa damascena ofrece uno de los aromas más emblemáticos y apreciados en el mundo de la perfumería. Su fragancia es profundamente floral, aterciopelada y compleja, con matices dulces, especiados y ligeramente cítricos.